La Esquina Indiscreta

LA ESQUINA INDISCRETA







L.E.R 2006




Parrafos escogidos :



La mañana está entre soleada, aunque con alguna bruma que por lo menos aleja el calor insoportable de este Mayo extraño que ha adelantado el verano en la ciudad. Yo suelo llegar un poco mas temprano, pero hoy me ha tocado ir a cobrar la paga, he ido a mi banco que está al otro lado de la ciudad, en el Boulevard Haussman, que va a parar al famoso Arco del Triunfo, aunque ya convertida en la Avenue de Friedland. Es bastante lejos de aquí, pero en metro se llega en 10 minutos desde donde yo me encuentro ahora. 

Yo aquí estoy como todos los días, recibiendo lo que me cae en la gorra que pongo en el suelo, con una peluca y un viejo gorro de lana negro. Llevo varios meses haciendolo, me pongo en el mismo sitio en la esquina de rue D´alesia, con la rue des Plantés, alguna vez la gendarmería, cuando por la zona hay la visita de alguien importante nos desaloja y nos envía a otros lugares, a algunos incluso los encierran bajo cualquier excusa para dar una buena apariencia.

Pero salvo esas pocas excepciones, siempre estoy aquí, desde esta esquina justo frente a un prestigioso Banco, puedo observar otros locales y portales, por ejemplo en la rue D´Alesia a mi derecha justamente después del banco hay un portal, el numero 10 de la calle, después alcanzo a ver una frutería y una tienda de ropa como siguiente local, luego hay una cafetería, Berlitz muy frecuentado por cierto, donde al parecer se dan cafés con cruasanes exquisitos. Lo que hay después no me interesa pues está mas alla de mi vista. 

Al lado izquierdo viendo hacia el Banco está la rue Des Plantes, que une el boulevard Brune con la Av du Maine, que va a la torre de Montparnasse. En esa calle se encuentra una tienda de sellos y libros antiguos para coleccionistas, después un edificio de oficinas, en las que hay un bufete de abogados en la tercera planta, al lado un despacho de Brokers de bolsa, cuya ventana da a Alesia por encima del Banco. En la segunda planta, y ocupando toda ella, una oficina que solo pone las siglas I.T.E.S , que hasta ahora es un misterio, no se ni a que se dedican ni quienes lo llevan. Y en la primera planta una pequeña clínica de un medico y al lado un dentista. Justo encima del Banco hay un ventana que parece la única vivienda del edificio, con una ventana casi siempre cubierta por una persiana azul interior, por el que no se puede ver que se cuece dentro.

Me presento, mi nombre es Ludovic, aunque me veo aquí pidiendo, no lo hago por necesidad, en realidad soy pensionista temporal, si aunque tengo 33 años, mi aspecto es como, aunque está feo decirlo, el de alguien mas joven, delgado y alto. Bueno últimamente ya no tan delgado, pues los años lo hacen a uno adquirir mas despensa abdominal, aunque todavía la puedo esconder. Aunque parezca sucio y desaliñado, con barba de tres días, en realidad no soy así. He sido deportista casi de elite, en mi ciudad natal Carcasona en el departamento de Aude, zona muy montañosa, me dedicaba al ciclismo, y ya tenia esponsor, era de un equipo de una importante multinacional, ganábamos carreras y yo era ya profesional, aunque todavía no había llegado el momento mas álgido de mi carrera, ya estaba empezando a ganar etapas, sobre todo recuerdo muy bien la primera, en el Tour de Montpellier, una etapa de montaña que acababa en un pequeño pueblo llamado Laucane, no podré olvidar aquel momento tan inolvidable. 

Aunque parezca mentira aquella fue la primera vez que besé a una mujer, aunque se trataba de la azafata de la carrera quien me entregó el premio y fue accidentalmente, pues iba a ser en la cara, pero no nos pusimos de acuerdo en el cruces de mejillas y nuestros labios chocaron. No olvidaré jamas aquel momento, yo no me atreví a ver mas a la chica, el calor ruborizante que sentí en mi rostro al darme cuenta de mi torpeza hizo que en cuanto terminó el protocolo abandonara aquel lugar, y por supuesto esa noche no paré de soñar extraños sueños.

Todo parecía muy prometedor en mi vida como ciclista, seguía ganando carreras y a veces sustituía al jefe de grupo cuando este no corría. Soñaba con el día que iba a ser la estrella del equipo, hasta que un accidente por culpa de un conductor borracho, truncó mi carrera. Sucedió en un entrenamiento rutinario en Albi, era una pequeña carretera comarcal, solo recuerdo que el vehículo venía a alta velocidad frente a mi haciendo giros muy extraños, hasta que al parecer según me contaron perdió el control y me llevó por delante.


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2 comentarios:

Anónimo dijo...

Extraño y rebuscado romanticismo

Anónimo dijo...

Estimado LERS, no funciona el link para la descarga. Saludos. DG