Luces y sombras de las criptomonedas



Últimamente se habla mucho sobre las criptomonedas. Bitcoin, Ethereum, Tether, Ripple, Litecoin, Polkadot, Cardano, XRP, son algunos de los misteriosos nombres de las monedas virtuales que se han puesto de moda en los últimos años para los inversores libres, empresas de captación de fondos, acaparadores y busca-fortunas. La primera criptomoneda que se creó fue el conocido como Bitcoin, originada en 2009 por un desarrollador conocido como Satoshi Nakamoto, (no se sabe si es ese el nombre real), utilizando un conjunto de funciones criptográficas llamada SHA-2, después han surgido otros métodos criptográficos. Hace años, tan solo un grupo de frikies y sesudos informáticos parecían dominar ese mundillo, hoy sin embargo, se ha popularizado hasta llegar a las más altas esferas, bancos, equipos de futbol que lanzan su propia moneda virtual, incluso países se han interesado en la moneda virtual. 

Se dice que el mundo de la criptomoneda es una forma de economía descentralizada, libre del control de los estados y con la opción de que cualquier persona puede invertir su dinero y hacerlo crecer sin contar con bancos, ni las limitaciones de los mercados clásicos. Se dice que es la inversión con más proyección de futuro que ninguna otra en el mundo. Claro, que eso es lo que dicen los defensores de este singular sistema, que sin embargo tiene sus luces pero también sus oscuras sombras.

                                           


¿Es un sistema piramidal? Un sistema piramidal se basa en que los que entran, son los que pagan a los que están antes, y mientras haya más inversores inyectando dinero, el crecimiento se mantiene, se sostiene y hace ricos a los primeros que recogen, pero el día que todos quieran salir, ese sistema se desploma, porque realmente no hay nada que lo sustente, ni fondos para pagar a todos el valor artificial que la inversión afirma tener y por lo tanto, se desvanece como el humo.

Aunque en el curioso mundo de las criptomonedas sucede algo extraño y es que la gran mayoría de los Bitcoin (el 95%), no los ha pagado nadie con dinero. Efectivamente, nadie ha puesto un solo euro para pagarlos o crearlos. Se han creado a partir de cálculos matemáticos obtenidos con sofisticados programas diseñados por los desarrolladores del invento, que son tres o cuatro cerebritos, que supuestamente se encuentran en la cima de la pirámide. 

Los que se encargan de crear o hacer aumentar los bitcoins son los mineros, pero nadie ha puesto dinero encima de la mesa, ellos consiguen crear criptomoneda utilizando complejos algoritmos matemáticos calculados por computadores de gran potencia. Los nuevos bitcoins son introducidos en la red cuando los mineros procesan bloques de transacciones, las cuales ocurren cada vez que alguien envía o recibe bitcoins, en una especie de retroalimentación. Así, se sabe que a día de hoy  en un solo día se pueden realizar aproximadamente 212.000 transacciones, lo que indica el gran trabajo de los mineros. 

A este método de trabajo se le llama Proof of work o prueba de trabajo, y se utiliza el método “blockchain”, que básicamente significa “cadena de bloques”, no es otra cosa que una base de datos de dominio público, compartido y descentralizado que permite que las criptomonedas puedan llevar un registro detallado de cada uno de los movimientos que se realizan diariamente, con el fin de garantizar que nadie sea capaz de romper el sistema y crear falsos bitcoins de manera fraudulenta, para ello obliga a cada minero a calcular una serie de retos matemáticos que necesitan de una enorme potencia de cálculo, pues solo se paga al que lo consigue más rápido. 

Eso requiere una gran velocidad de cálculo que los chips de tarjetas gráficas de alta gama proporcionan. En el caso del Bitcoin, a cada minero que logra “resolver los retos exigidos”  se le paga actualmente con 6,25 bitcoins, (hace algunos años era 25), pero que no es una cantidad pequeña, pues ahora mismo cada bitcoin alcanza varios decenas de miles de euros. Por ello, tantas personas invierten miles de euros en máquinas cada vez más potentes y esto está llevando a la escasez de chips relacionados con cálculos booleanos, pues la demanda de estos se ha disparado y las pocas fábricas en el mundo no cubren la voracidad de la demanda, lo cual lo están sufriendo las empresas informáticas, de telefonía móvil, los fabricantes de  vehículos y otros equipamientos. 



Pero son otros los que le dan valor al bitcoin o a cualquier criptomoneda.  De toda la valoración “bursatil” de los mercados de Bitcoin, solo el 5% es dinero de verdad, el resto es valor virtual ¿humo? Bueno, según los defensores, unos y ceros digitales y serios cálculos. Aunque no se entiende que para la creación de un bitcoin se paguen seis, eso limita la cantidad de mineros que pueden producirlos, no puede crecer exponencialmente, así como también afirman los entendidos, que hay un límite en la cantidad de bitcoins que se van a producir en el mundo. ¿qué pasará cuando se llegue a esa cifra? Ya nos podemos imaginar. Por otro lado, el valor del Bitcoin crece por la ley de Metcalfe, que establece que el valor de una red aumenta exponencialmente con un aumento de personas que la utilizan. Esto también suena a pirámide. 

Luego están las empresas que se encargan de “gestionar” la inversión de individuos que desean invertir parte de su dinero en criptomonedas, estas son las “Exchanges“, claro que aquí entran un gran número de timadores o avispados brokers que se juegan el dinero de otros para sacar todo lo que puedan y después, si te he visto no me acuerdo. Los mismos expertos advierten de utilizar otro método que se denomina monedero digital y realizar la inversión de manera más directa, pero por la complejidad del método, no es aconsejable hacerlo sin realizar un curso de especialización. 

Dentro del mundo de las cripto, hay otros personajes llamados “Las Ballenas” que son los macro inversores que son capaces de mover el valor de la moneda virtual a su antojo, con tan solo correr rumores, un ejemplo de esto lo tenemos en Elon Mask y su entro, salgo, compro y ahora no. que hizo subir y luego bajar la moneda.  

También entre el sistema de cripto, hay una quinta pata, "La comunidad” que son una especie de grupos sociales entorno a la criptomoneda.  Y este término se aplica a los grupos tecnológicos de cripto y blockchain, donde los miembros comparten los mismos intereses, ideas y pasión por las criptomonedas. Es en estas comunidades donde se hacen circular noticias, ideas de inversión, intercambio, ánimo a los inversores, propaganda, así como todos los rumores, para movilizar ¿O tal vez manipular a la comunidad?

Existe un brutal acaparamiento por parte de una minoría, frente a cientos de miles de inversores que depositan sus ahorros con la esperanza de que con paciencia recibirán en un tiempo prudencial de varios años pingües beneficios. Y se convence a los nuevos inversores con los datos del valor del bitcoin hace tan solo cinco años con el actual. Pero lo cierto es que solo el 3,99% de los propietarios de Bitcoins, acapara el 95,87% de todos los Bitcoins del mercado, que son 18.876.333. Y tan solo 1000 personas son propietarias del 40% del mercado de Bitcoins. ¿Cómo es posible que una moneda como el bitcoin alcance un valor actual de 49.500€? ¡Eso significa que los 18.8 millones de bitcoins valen 800 billones de euros! Pero como se indicó antes, si tan solo el 5% de ese valor se puede traducir en moneda real, por ser el que se ha depositado de forma efectiva a través de las exchange ¿Qué sucedería si por alguna razón 1000 personas de los cientos de miles de pequeños inversores solicitan o gastan sus bitcoins? No podrían convertir sus criptomonedas en dinero real. 

Cierto que los defensores del sistema, dirían que poco a poco los estados aceptarán el bitcoin como moneda de compra y venta y eso dejará de ser problema. El asunto es que tampoco se tiene acceso a todos los bitcoins, por tanto todo el valor es artificial. 

Recientemente murió Mircea Popescu que era considerado como una de las figuras más controvertidas en el mundo de las criptomonedas, se dice que solo él acumulaba más de 30.000 bitcoins en el momento en que se ahogó en una playa. Pero se llevó las claves de desbloqueó de su cuenta de bitcoins a la tumba, por tanto, nadie puede beneficiarse de su fortuna. Si nadie tiene acceso a las claves, esas monedas se perderán para siempre ya que se quedarán en las billeteras virtuales de Popescu sin la capacidad de ser liquidadas. Así que ahora mismo son humo.

La criptomoneda y la crisis energética

Por último, decir que la minería de la criptomoneda va en aumento exponencial y logarítmico, pero está consumiendo una cantidad de energía tan desmesurada que se dice que el funcionamiento de la criptomoneda bitcoin requiere de máquinas tan potentes y un sistema de enfriamiento de estas que no cualquiera puede instalarlas en su casa. A principios de 2017, la minería de bitcoin utilizaba 6,6 Tw/hora de energía al año. En octubre de 2020, esa cifra ascendía a 67 Tw/hora. A mediados del 2021 casi se había duplicado hasta alcanzar los 121 teravatios/hora. A día de hoy hablamos de 129 Tw/h, que para entender mejor, es tres veces superior a la energía que consumen anualmente todos los ciudadanos juntos de países como Nueva Zelanda, Austria, Israel, Emiratos Árabes Unidos, los Países Bajos o Filipinas. Atención que Noruega consume unos 124 TWh de electricidad, al año, mientras que Chile consume 74 TWh anuales, frente a los 129 Tw/h de los mineros del bitcoin.

Menos mal que estos mineros están esparcidos por todo el mundo, aunque China es el país que hasta hace poco acaparaba el mayor número de mineros, cerca de un 70% de la minería se llevaba a cabo allí. Y es curioso, una moneda supuestamente descentralizada y libre, que se crea mayoritariamente en el país menos descentralizado y más controlador del mundo. 

También resulta curioso que, mientras se pide a la población de ahorrar energía, debido al cambio climático, otros para poder crear un bitcoin más, no les importa colaborar de manera activa en el consumo energético desmesurado y aumentar así las emisiones de Co2.


Futuro de las criptomonedas

Como siempre, la ambición económica y la ecología no parecen ir de la mano, el dinero sea real o virtual siempre será destructivo, hasta que sea eliminado. Son muchos los que, animados por la fiebre del bitcoin, se lanzan a crear sus propias criptomonedas, hasta el día de hoy, se han llegado a contabilizar más de 8.500 diferentes criptomonedas, la mayoría se quedará en nada, pero todas siguen la estela del bitcoin y sus originadores sueñan con hacerse virtualmente ricos. Antes decíamos que China albergaba la mayor comunidad de mineros del mundo, pero desde el 2019 el gobierno Chino se propuso detener el comercio en criptomonedas, prohibiendo la minería. Poco después anunció su propia criptomoneda, el “Yuan digital”, con la que los ciudadanos chinos pueden pagar sus compras, pero las comunidades desconfían de esta estrategia del gobierno chino que tan solo busca controlar más y hacer un seguimiento digital de las transacciones de los ciudadanos.

Recientemente algunos equipos de fútbol para salvar sus economías han sacado sus propias criptomonedas, con ello se proponen pagar a jugadores, fichajes, y animan a sus seguidores a comprar sus criptos. Recientemente la Iglesia católica tuvo que desmentir la noticia de que se había creado el Cryncoin, una supuesta moneda del Vaticano, (en otros medios la mencionan como CristoCoin), detrás de esta moneda había una red de estafadores mexicanos. En España, Grecia y otros países se han detenido a personajes que han robado millones de euros embaucando a miles de incautos con ambiciones de hacerse ricos con las criptomonedas. 

 La reacción ante las noticias sobre gran cantidad de empresas fraudulentas alrededor de las criptomonedas, quiebras sonadas de inversores en bitcoins e informes sobre el uso de estas monedas para el blanqueo del dinero procedente del narcotráfico, ha provocado que en algunos países se prohibiera como sucedió en Bolivia, Venezuela y otros países, otros intentan controlar, imponer regulaciones, impuestos y demás. Contrariamente, algunos la han aceptado como moneda libre, (El Salvador), y eso hace soñar a las comunidades y subir el valor artificial de la moneda. Aunque bien es verdad que el mundo, al menos el occidental y más próspero se acerca a la digitalización de su moneda, hasta el momento son pocos los que aceptan el bitcoin, pues recelan de su desregulación. Tarde o temprano llegarán regulaciones estatales que pongan en peligro las impresionantes y artificiales subidas de valor de estas monedas y el interés decaiga. O tal vez, como anuncian los profesas de la cripto, los gobiernos acaben aceptando la nueva economía libre, dependiente eso si, de que la tecnología siga avanzando sin parar y hay energía suficiente para aumentar el minado indefinidamente, toda una utopía.

Se acerca la tormenta perfecta, la crisis energética provocada por la transición de los combustibles fósiles a energías renovables y la escasez del petróleo nos llevará a una situación compleja en los próximos años. Se calcula que la minería de Bitcoin seguirá siendo necesaria hasta que se haya emitido el último bitcoin”. Existe un número finito de bitcoins que será de 21 millones y a la fecha se han minado 18,8 millones. Se cree que para el 2025-2030 se pueda llegar a esa cantidad, aunque cada vez se está complicando más el minado y cada vez se pagará menos, el caso es que sigue subiendo, por ellos es más fácil que el límite se alcance antes que después, luego se vislumbra la hecatombe, como mínimo la incertidumbre. Aunque hay más monedas que le siguen y la pueden sustituir, puede convertirse la caída del bitcoin en el inicio de la cadena de caídas de las fichas de dominó. 




El negocio de la contaminación y la subida de la luz


Hay algo que no encaja en el aumento constante del recibo de la luz. Se dice que el incremento del recibo de la luz está relacionado con la subida de las energías más contaminantes, y que la razón estriba en que estas fuentes de energía están siendo castigadas con incrementos de coste del producto y de los costes por permisos de emisión, una especie de impuestos por contaminar. Y esto puede estar detrás del incremento de hasta un 59% en el recibo de la luz en estos últimos años en España y que seguirá en aumento, al igual que lo está haciendo en otros países europeos. 

Este sería el desglose de la subida de los costes del recibo de la luz, según indican ellas: 

    • Un 20% de la subida se debe al mayor coste de los permisos de emisión de Co2
    • Un 50% del alza es consecuencia del encarecimiento del gas en el mercado
    • Un 30% se debe a la mayor base imponible de impuestos y el traspaso a minoristas. 

Pero esto no es del todo cierto, veamos:

Resulta interesante ver la evolución de las fuentes de energía en España. Por ejemplo, en el año 2015 solo un 37.1% de la producción energética en el país correspondía a la fuente de energías renovables, y la mayor parte, el 62,9% provenía de la combustión de fósiles. (gas, carbón y petroleo). Pero según muestran los estudios y estadísticas sobre recursos energéticos, las fuentes renovables se han ido incrementando en los siguientes años, llegando al 44% en el 2020 y en el 2021 han alcanzado el 51% de la producción eléctrica generada por renovables. Es decir, en la actualidad más de la mitad de energía proviene de fuentes renovables, más económicas, que no requieren un gran coste en mantenimiento y cero gastos en producción.  Algo parecido sucede en Europa, donde se han propuesto como meta alcanzar el 75% de energías renovables para el 2030.



Resulta contradictorio que nos pidan que utilicemos la lavadora de noche, cuando la energía solar, que es la que más ha incrementado su participación en el aumento de las renovables sea más aprovechable de día. 

Las eléctricas se están ahorrando un 13% de producción que antes provenía de combustibles fósiles. El gas tampoco debe ser la causa de la subida de la luz, pues resulta que el precio del gas llevaba congelado desde 2018 y solo hasta este año es que ha subido un 6%. Y en cuanto a los impuestos estatales, es verdad que han subido algo, pero también es cierto que en algunos países europeos, como España, se bajó el IVA del recibo de la luz de un 21% a un 10%, esa bajada se debería notar en el recibo, pero apenas es perceptible. Algunas con tal de evitar el uso de combustibles fósiles para la producción de energía, incluso han seguido utilizando las centrales hidráulicas en verano, aun a riesgo de dejar vaciados varios pantanos de la península. 



Es normal preguntarse: Si las compañías eléctricas están invirtiendo más en renovables y ahora mismo el principal aporte proviene de allí ¿Por qué la subida? ¿Es que le están cobrando a los clientes la inversión de los paneles solares o de los molinos eoilicos? Según parece no, además no sería justo, pues están recibiendo subvenciones cuantiosas de los gobiernos para que implementen e instalen más granjas solares y eólicas y mejoren el rendimiento de las centrales hidroeléctricas. 

Las cuotas de emisión de Co2

La clave parece que está en las cuotas por emisión. Al parecer, desde Kyoto se llegó a un acurdo de que toda compañía productora de electricidad, industria o fábrica que genere Co2 debe pagar una cuota por contaminación. El arreglo parecía bueno, pues animaría a todas las empresas a emprender inversiones en energías renovables, se estipulaba una emisión máxima tolerable y que cualquier excedente debía pagar cuota por tonelada extra de Co2. 

¿Quién cobraría ese impuesto? ¿Y para qué se utilizaría? Lo lógico sería que lo cobraran los gobiernos y que el dinero se utilizara para campañas a favor de la lucha contra el cambio climático, o para ayudar a países pobres a fin de que puedan implementar energías renovables en sus territorios, pero no es así. En su lugar han surgido empresas consultoras especializadas, que se han convertido en gigantes del comercio de créditos de carbono, he encontrado algunas “CeroCo2” "Green Summun" y otras que cuesta encontrarlas en google, pero que se están enriqueciendo a costa de la contaminación y de alguna manera aunque supuestamente son consultoras en asuntos ecológicos, asesoran y promueven la aplicación de las energías renovables, de manera indirecta colaboran a que otros puedan seguir contaminando. 




Es notable la subida del precio de los llamados bonos de emisión. En el año 2018 se pagaba por emisión excedente de Co2 a la atmósfera 5,60 € por tonelada de Co2 emitido. Pero resulta que en este año 2021 se ha incrementado hasta los 56€ por tonelada.  ¡Mas de un 500%! ¿A qué se debe esa subida tan desorbitada?  Es kid de la cuestión está en ese oscuro y especulativo negocio de la compra y venta de bonos de carbono. Como ya se dijo antes, no se trata de un impuesto que los estados recolectan, si no de un sistema en el que la empresas  de comercio de créditos o bonos de carbono, supuestamente en pro de la ecología intervienen en la compra y venta de derechos de emisión. 

Los empresas intermediarias y comercializadoras de bonos de carbono van a las industrias y productoras de electricidad, miden lo que están emitiendo de Co2 y les piden lo que cuesta en esos momentos la tonelada excedida de Co2. ¿Cómo se fija la subida? 

Pero en muchos casos se hace por pura especulación, pues la realidad es que financieros, bancos o inversionistas pueden comprar los derechos de emisión de Co2. La bolsa de CO2 es el lugar más fácil y seguro para comprar derechos de emisión, pero como todo lo que pasa por la bolsa sube y baja artificialmente de forma especulativa, estos bonos también lo hacen.  

Por otro lado, es un negocio lucrativo y que no para de subir, pues siempre hay demanda de industriales que pagan por los derechos de otros. Es decir, un industrial que no puede emitir más de 100 toneladas de Co2 al año, pero que necesita hacerlo, a fin de ampliar su producción, requiere de otros a los que estén por debajo de esa emisión para obtener los bonos que le faltan.  
Bien, pues el que necesita le pide a otro, que tal vez ha instalado más sistemas eolicos o fotovoltaicos para funcionar y por tanto está emitiendo por debajo de lo exigido, este vende sus derechos de emisión que no utiliza.  

Esto, claro está se hace a través de estas mismas empresas intermediarias. Así que estas negocian con las compañías,les ofrecen una cantidad por sus bonos sobrantes y le dicen a los otros cuanto deben pagar por sus emisiones extra. El intermediario, además se lleva una comisión. Pero claro, los gobiernos están bajando cada vez más el nivel máximo de emisiones, obligadas por los estamentos ecológicos internacionales, aconsejadas por las mismas empresas intermediarias y esto hace que cada vez más industrias necesiten comprar derechos de emisión, entre ellas las compañías eléctricas, pues siempre exceden la emisión máxima, aún bajando su dependencia de estas fuentes de energía. En definitiva, las compañías eléctricas compran permisos para contaminar, que al aumentar la demanda, suben de precio, los intermediarios abusan de estas circunstancias e incrementan más los precios, hasta niveles que sobrepasan la usura. 

En definitiva, que estamos pagando más luz por culpa de los especuladores. Espero que sirva para aclarar un poco las cosas, aunque indigne leerlo. Eso pasa por querer solucionarlo todo con el dinero, a todo le ponemos precio y todo lo vendemos y compramos, incluso el derecho a contaminar. 







El final del Trabajo



En 1996 el sociólogo y economista Jeremy Rifkin escribió un libro titulado "El fin del trabajo" un ensayo en el que pronosticó que en pocas décadas el sistema no podría ofrecer más puestos de trabajo como hasta ahora, no solo porque la robótica y las nuevas tecnologías sustituyeran la mano de obra humana, que ya lo hacen en gran medida, si no porque las empresas necesitan reducir sueldos y plantillas si quieren ser competitivas y subir su productividad. Otro catedrático economista, el profesor Santiago Niño Becerra también vaticina la desaparición inexorable y paulatina de la necesidad del trabajador y del mundo laboral tal como lo conocemos en su último libro: "Historia del capitalismo 1679-2065".  
Por alguna razón, la evolución del sistema basado en el capital, según explica Santiago Niño Becerra en su libro "Capitalismo" que acabo de terminar de leer, siempre busca el crecimiento, y a toda costa necesita crecer, competir, superar al adversario, sin importarle que en el camino queden personas tiradas como perdedores, eso el capitalismo recalcitrante lo considera efectos residuales. El sistema empresarial ha forzado a los estados a aplicar una globalización que los haga seguir creciendo, pero para que este crecimiento se de, todas las empresas se han empeñado en llevarlo a cabo reduciendo costes en su producción. Al principio fue la movilización de las cadenas de fabricación hacia países donde la mano de obra barata les producía más beneficios, pero como ya no se pueden reducir más los sueldos, el siguiente paso les lleva a reducir plantillas, oficinas y puestos intermedios. 

Hasta la banca está abocada a crecer a costa de unificaciones, fusiones, que siempre conllevan reducción de plantillas. Todas las grandes empresas en todos los sectores han reducido gastos en base a reducción de personal. 

En los últimos años, sobre todo desde la última crisis este rumbo se ha acentuado y se van cumpliendo las predicciones de Rifkin. Ahora mismo, la demanda de empleo sobrepasa la oferta en todos los países del mundo. El empleo se hace cada vez más puntual, en muchos países se contratan a personas por tramos de horas, en función de la necesidad, con lo cual, nos encontramos con que millones de personas trabajan en los llamados minijobs, con jornadas recortadas y sueldos diminutos. Así que, con mucha suerte a algunos jóvenes se considerarán afortunados de poder cumplir a la vez con dos o hasta tres minijobs para poder alcanzar un sueldo modesto, pero suficiente para los gastos de casa y comida. 


La situación para mayores de 45 años no es mejor, pues quedarse en paro en determinadas edades significa no poder recuperar su vida anterior nunca más y llegar a la jubilación con ayudas gubernamentales y empobrecido.  Podemos afirmar que estamos inmersos en una caída paulatina de la necesidad de empleados en las empresas, pues sencillamente para crecer o sobrevivir como marca se hace casi obligatorio contratar menos, y de hecho todas las organizaciones empresariales, además de las agencias consultoras de la banca y los bancos centrales, no hacen más que aconsejar abaratar el despido. 

Y no parece que vaya a mejorar la situación, pues por mucho que los políticos en campaña prometan pleno empleo, o incluso bajar el desempleo en un porcentaje similar al de antes del 2010 saben que es imposible, es una utopía. Los mismos estados han adelgazado el número de funcionarios fijos, con el fin de mantener el déficit público. Solo en los ricos y poco poblados países nórdicos el número de empleados públicos supera el 20%, en los demás apenas es el 10%. Aunque es posible que como parche se intente aumentar el número de funcionarios, pero será algo irrisorio.

Tampoco vale que se diga que las nuevas tecnologías y la aplicación de medidas e inversiones en materia ecológica, aliviarán el panorama. Se les llena la boca a los políticos diciendo que el cambio a tecnologías mas ecológicas creará nuevos puestos de trabajo y aun siendo cierto que los creará, pero no serán suficientes para paliar la demanda, pues toda empresa buscará economizar en gastos, en reducir los costes para poder ser competitivos y eso de nuevo conlleva reducir plantillas. Además, como la economía actual se basa en el consumo y si se quiere evitar un cambio climático es vital reducir ese consumismo atroz y despilfarrador, pero abandonar la filosofía del usar y tirar va contra la propia economía de consumo. 


No es la solución bajar los precios de las cosas, pues eso es lo que se ha estado haciendo en los últimos años, a costa de bajar sueldos y automatizar la fabricación con cada vez más sofisticadas máquinas. Antaño para fabricar un solo vehículo, en una fábrica de automoción se requería la intervención directa de al menos diez operarios, actualmente con tres o cuatro es suficiente. Y en otros artículos la necesidad de operarios o trabajadores es aún menor. Y según avance la tecnología y se implante la Inteligencia Artificial en la construcción y diseño de maquinaria, se conseguirá que máquinas construyan otras máquinas casi sin la intervención humana. El hombre quedará  para pulsar el botón de puesta en macha. 


       La obsesión por controlar la inflación por parte de los gobiernos está relacionada con evitar la subida de salarios y pensiones, pero está llevando a la ruina a muchos empresarios del campo, pues en gran medida los alimentos tienen un peso importante en la inflación, por ello el trabajo en el campo acabará por automatizarse para reducir costes y mantener controlados los precios. ¿Y eso que significará? Reducción paulatina de mano de obra. 


En definitiva, todo lleva a lo mismo, a una desaparición inexorable de la mano de obra y del trabajo humanos. A los gobiernos tan solo les quedará aplicar medidas como la Renta básica universal o Ingreso mínimo vital, antes o después. Al mismo tiempo o incluso antes de esto llegará la desaparición del dinero físico para un mayor control de este por parte de los estados, y que redundará en un pequeño repunte económico por la afloración masiva de dinero negro y de la economía sumergida, pero estas cosas serán los últimos parches para un sistema acabado y agotado.

Algunos auguran que tras la época de pandemia surgirán unos años de crecimiento económico y de alegría, libertad, frivolidad y deshinibición absoluta entre la juventud, una especie de locos años veinte del siglo XXI, donde desaparecerán los ideales políticos y sobre todo los religiosos, respetando solo a la ciencia y obsesionados solo con los avances tecnológicos. 

Pero en verdad todo será una ilusión, un engaño, la realidad será un control mayor de la población, menos libertad de elección de estilo de vida, de movimiento, casi absoluto control de sus finanzas, al pasar al uso exclusivo de moneda electrónica, mayor dependencia de ayudas gubernamentales para sobrevivir (RBU, IMV) y la idea de propiedad e individualidad se diluirá, le seguirá la inevitable desaparición de pymes y pequeño comercio en pro de modelos corporativos de franquicias que convertirán a los propietarios en meros gerentes o encargados a comisión. El empobrecimiento y sometimiento de la ciudadanía en pro de una mayor implantación de la IA.

La globalización e implantación del modelo de productividad frente al trabajo ha llevando a la práctica desaparición de la clase media y esto continuará. Pero menos trabajo, significará menos dinero, menos ganancias en la población, menos consumo. Menos consumo, ralentización de la producción, lo que lleva a más pérdidas de empleo y más reducción de sueldos, y esto de nuevo llevará a menos dinero en la población, menos consumo…. Y así en un paulatino pero inevitable caracol hacia abajo. 
  
Como decía en marzo del 2020 Gideon Lichfield, director del MIT: “Aceptémoslo: el estilo de vida que conocíamos no va a volver nunca” 

No quiero acabar este artículo con ese pesimista pensamiento, aunque la realidad es que vivimos el fin de un ciclo, posiblemente pronto ocurran cosas más estremecedoras en el mundo y se tomen decisiones duras y dolorosas en los próximos años, pero todo esto será como el inicio de los dolores de parto. El mayor cambio de paradigma en el mundo está por llegar y como sabemos, después de todo dolor de parto, por duro que fuese, viene lo mejor y ese mundo mejor seguro que llegará. 

¿En qué debe consistir ese mundo mejor? Nada que ver con lo que un economista como Niño Becerra o un ideólogo del sistema, como Jeremy Rifkn puedan pensar o prever, debe ser muy distinto al mundo dominado por FMI o las grandes corporaciones. 

Un mundo mejor sería uno donde el valor de una persona no esté por debajo del valor de los productos que este produce. Por ejemplo, si por fin las máquinas se encargan de los trabajos más duros, básicos y rutinarios, sería para que el hombre pudiera dedicarse a la investigación, a la inventiva, al arte y al ingenio. Que el trabajo deje de ser una carga impositiva y se convierta en un bien de libre elección para el progreso personal y el crecimiento de quien lo realice y para favorecer a la comunidad que nos acoge.  
 
Que no dependa el bienestar de la población en la riqueza artificial o virtual, que los objetos e invenciones sean bienes compartidos para el beneficio de todos los ciudadanos y el cuidado del medio ambiente tenga más valor que la productividad económica y se convierta en el principal valor del crecimiento. Que el conocimiento alcance a todos los estamentos de la sociedad y la educación sea un bien vital para la convivencia y riqueza de los pueblos. En definitiva, que la humanidad consiga encontrar su verdadero camino.

¿Cuándo vendrá esto? Para asentar un cambio de ciclo se requiere una ruptura radical, pero muchos años de adaptación. Por ejemplo, desde la caída del imperio romano y del cambio total del paradigma imperante, el grecorromano, sucedieron dos cosas: la caída del imperio romano, que fue relativamente rápida.  Pero para llegar al siguiente nivel, la civilización europea y asiática, pasaron por una época de adaptación, la edad media. Mil años de aparente estancamiento y oscurantismo que desembocó en el renacimiento y la edad moderna. 

Sí, tendrá que pasar algo parecido, un cambio drástico, una caída repentina del sistema actual, después un tiempo para adecuar al mundo a ese nuevo sistema de cosas, que lo conviertan en un nuevo mundo, superior al anterior y en el que se olviden los sufrimientos, lamentos y carencias y se dejen atrás las cosas del pasado. 


Use discernimiento el lector.


El misterio de los barcos fantasma

 


En noviembre del 2017 empezaron a aparecer en las costas de Japón unas misteriosas embarcaciones, misteriosas no por su aspecto o forma, en realidad se trataba de sencillas naves pesqueras, pero estas arribaban a sus costas en estado penoso y portando una macabra tripulación de cadáveres en estado de putrefacción, cuando no esqueletos.

El funesto hallazgo de “barcos fantasma” se fue sucediendo a lo largo de las siguientes semanas, hasta contabilizar al menos 11 de estos arribos. En algunos casos aparecían varados en playas o eran encontrados encayados en zonas de mar bajo o fondo rocoso, otras eran vistas por pesqueros u otras embarcaciones y siendo posteriormente rescatadas por patrulleras a las que se dio aviso de su vista a la deriva.

Las autoridades japonesas no encontraban razón alguna a este hallazgo, además ninguna de las embarcaciones halladas contenía material tecnológico que les ayudara a esclarecer su origen ni destino. Todos tenían la apariencia de barcos pesqueros de pequeño tamaño, eso si, la mayoría en estado lamentable, como si hubiesen sufrido algún tipo de ataque. Los tripulantes, con señales de haber muerto de inhanición, deshidatados, concluyendo las autopsias realizadas a los cadáveres, que posiblemente debían llevar a la deriva al menos entre cinco y seis meses. Pero ¿Por qué estaban destrozados sus barcos? Era una cuestión para la que los expertos no tenían respuesta, pero si les io ciertas pistas sobre las razones de su deriva.



Se especuló que podían haber sufrido algún tipo de ataque, tal vez de piratas a fin de robarles la mercancía, pero no se encontró signos de violencia en los cuerpos, con lo cual se descartó tal hipótesis. Por otro lado, los rudimentarios aparejos con los que pescaban señalaban que provenían de un país pobre, la construcción de las embarcaciones no parecían niponas, ni de países vecinos, tampoco había indicaciones escritas que identificaran la procedencia, eran embarcaciones muy rudimentarias. Hasta que en uno de ellos encontraron un trapo raído y descolorido, que resultó ser una bandera. Posteriormente apareció en otros también ese mismo detalle y otras señales en las vestimentas de la tripulación. Eso sirvió para esclarecer el origen de aquellas embarcaciones, resultado provenir de Corea del Norte, esa oscura nación cerrada al mundo pero que nunca reclamó la pérdida de barco alguno.

Aquel descubrimiento dio para muchas especulaciones, las más, señalaban que se trataba de personas huyendo de la tiranía del régimen norcoreano, otras que no eran más que pescadores que buscaban peces en aguas alejadas al no encontrar en sus propias las capturas suficientes que el régimen les exigía. Un nuevo hallazgo en otro barco encontrado a la deriva sirvió en parte para descartar ambas hipótesis. Esta vez, fue una patera de pesca, similar a las demás, sin motor, de nuevo con sus tripulantes muertos, menos uno que demacrado y esquelético, agonizaba. De inmediato fue atendido en un hospital y se le pudo recuperar a tiempo. Todos pensaban que por fin se aclararían las causas de todos aquellos avistamientos anteriores. Pero no, aquel hombre no aclaró nada, salvo confirmar que era norcoreano y que deseaba volver a su patria, regresar con su familia, y que no se trataba de ningún fugado, más se negó a informar lo que había sucedido, tal vez el miedo a las posibles represalias pesaba mucho, en cualquier caso, no salio de su boca nada contra el régimen dictatorial de su país, solo deseaba volver. 



Tras casi cinco años y después de recuperar al menos 150 barcos en estas condiciones, un equipo de expertos decidió investigar a pesar de tener que adentrarse en aguas prohibidas como son las de las costas norcoreanas, todo con el fin de hacer un seguimiento a los barcos que fondaban por allí. Fue entonce cuando se dieron cuenta de lo que realmente pasaba, descubrieron que muy cerca de allí enormes barcos chinos, una flota de pesqueros bien pertrechados, incluso armados, a los que no les temblaba el pulso disparando contra los pequeños pesqueros que se acercaban a ellos. Al parecer se trataba de una pesca ilegal por parte de China que invadiendo aguas norcoreanas, obliga a las pequeñas y maltrechas embarcaciones, que incapaces de competir con tan temible flota, se adentren mar adentro en busca de otras aguas, pero al no estar preparadas para hacer frente a las brava aguas del mar de China, acaban naufragando y su tripulación muriendo de hambre y sed cuando agotan sus escasas provisiones. Da la casualidad que muchos de los barcos chinos que fondean las aguas cercanas, lo hacen sin compartir su ubicación ni aparecen en los sistemas de monitoreo, pues tienen la orden de desconectar sus transpondedores, lo que hace imposible a los pescadores de Corea del Norte competir contra ellos, convirtiendo la lucha en una batalla a ciegas y literalmente mortal.



El mar de China está agotado, sus aguas han sido esquilmadas a medida que la flota pesquera china ha crecido y la demanda de peces se ha multiplicado. No todos los pescados se pueden producir en piscifactorías, por ello los barcos chinos vn invadiendo espacios de otras naciones vecinas, incluso espacios protegidos. Se es ha encontrado en aguas de Ecuador y Perú al otro lado del Pacífico y esto ha creado preocupación. En el año 2019 uno de los barcos se metió en la zona marítima exclusiva de Ecuador y las autoridades intervinieron. Encontraron en sus bodegas 300 toneladas de aletas de tiburón y la nave fue incautada. Ahora forma parte de la logística de abastecimiento del archipiélago. Pero esta solo es la punta de Iceberg, no siempre es posible detectar cuando cruzan la frontera en una inmensa extensión, tampoco tienen aquellos países medios para vigilar a todo el que se adentre en sus aguas. Galápagos es una área marina protegida a la que llegan numerosas especies en peligro de extinción a desovar, lo cual indica la gravedad de la situación, si se realiza una pesca intensiva en esas aguas significará el fin de muchas especies. Por otro lado, lo que se hace con algunas especies, como los tiburones es aprovechar tan solo sus aletas para realizar la famosa sopa de aletas. Pues bien, se calcula que por ello se matan entre 30 a 70 millones de tiburones al año, muchos de los cuales son después lanzados al mar, agonizantes sin sus aletas, caen en las profundidades sin poder nadar, en una muerte más cruel que la ferocidad que se les asigna. China lidera este tipo de pesca y no hay medios para que las restricciones le apliquen. 


¿Que hacer ante tal desastre ecológico? Se podrían endurecer las leyes contra la pesca ilegal e intensiva de especies amenazadas, se podrían imponer duras sanciones contra los países que las incumplan.  Pero ¿Quién se atrevería a imponer sanciones y limitaciones a una potencia mundial? Ante una flota tan inmensa y un poder económico que se la ha otorgado, solo queda esperar verlas venir. ¿Hasta cuando? ¿Hasta que toda la flota pesquera mundial acabe como aquellos barcos fantasma?


Todo esto nos lleva a concluír que la vida en el mar está realmente en peligro, pues es imposible que, un inmeso país de más de mil millones de personas, cuya cultura culinaria es muy poco adaptable, muy tradicional y cuyo gobierno no le importa el medio ambiente lo más mínimo, por mucho que intente ponerse medalla de estar trabajando para ello, e intente poner su cara más amable ante la ONU, deje de ser un país esquilmador. Pero tampoco los podemos culpar solo a ellos, hace años se decía que como China despierte y se convierta en una gran potencia económica, y quieran copiar el grado de consumismo de occidente, harían falta tres planetas tierra para poder hacer frente a su necesidad de abastecimiento tanto de energía como de alimento. Y en eso estamos.




Referencias e información

-Desvelado el misterio de los baros fantasma en aguas de Japón

https://ctxt.es/es/20200901/Politica/33379/Ian-Urbina-asia-Corea-del-Norte-Japon-pesca-ONU-The-Outlaw-Ocean-Project-China.htm

-Así operan Asia la mayor flota pesquera ilegal del mundo

https://www.eltiempo.com/vida/medio-ambiente/pesca-ilegal-asi-opera-la-principal-red-del-mundo-reportaje-de-ian-urbina-noticias-del-mundo-536753

-La flota China en el Pacífico es muy superior a lo que se creía

https://www.eldiario.es/internacional/china-investigacion-desvelada-gigantesco-pesquera_1_6034856.html

-China pescando en las Galápagos

https://www.dw.com/es/qu%C3%A9-buscan-los-chinos-en-las-islas-gal%C3%A1pagos/a-54371842

El lector viajero





En esta entrada voy a colocar algunas fotografías de mi particular colección de fotos leyendo. En primer lugar diré que una de mis grandes pasiones es la lectura, desde que siendo niño me regalaron un ejemplar de La Iliada y otro de la Odisea de Homero, se inicio mi afición por la lectura. Durante años mi libros favoritos eran ensayos divulgativos: historia, religión, ciencia, arqueología, astronomía. Ultimamente a novela a llamado a mi puerta y no tengo una preferencia específica, si bien la novela histórica me llama más, no le cierro las puertas a otras temáticas de actualidad. 

Bien, para empezar diré que suelo leer andando, me acostumbré a leer en el metro en mis años de estudiante en Madrid, después del camino al trabajo.

Es fácil encontrarme asi:




Ya sea verano, invierno, noche o día, llueva, o haga frío, por alguna razón de costumbre he desarrollado la habilidad de leer caminando sin tropezarme, ni chocarme con nada, ni nadie. Hasta donde recuerdo solo me ocurrió dos veces, en una ocasión, hace más de treinta años choqué con una farola y en otra fue cuando al doblar una esquina, choqué accidental y embarazosamente con una chica, no tengo documentación fotográfica, pero os aseguro que no fue culpa mía, si no de la muchacha en cuestión. 
Sin embargo, soy muy precavido y no lo hago al cruzar la calle, aunque alguna foto parezca indicar lo contrario. En cualquier caso, si un conductor me ve, le pido prudencia y que no me atropelle.

Os mostraré algunas imágenes de mi colección de cientos de fotos leyendo, esperando que esta exposición sea grata a sus ojos, o al menos les haga pasar un buen rato.

LEYENDO DESDE LAS ALTURAS

Aparte de leer, otra de mis grandes aficiones es el senderismo, caminar, subir montañas, me atraen las alturas, pero donde pueda poner mis pies, es decir, volar no es precisamente una de mis preferencias y tengo pendiente alguna fotografía leyendo sobre un artefacto volador, aunque todo se andará. 
Pero me fascina poder sentir la sensación saludable de la brisa de las alturas, respirar aire puro, lejos de las bulliciosas urbes. Creo que si uno se lo propone podemos encontrar lugares así, incluso cerca de las grandes ciudades, ya sea en parques, campos o montañas a las afueras. Tan solo se trata de buscar las ocasiones para escapar y aprovechar lo que uno tenga a su alcance. 


Estos son mis acompañantes imprescindibles en mis rutas y caminatas. 


Soy afortunado al vivir en la Costa del Sol, una zona del litoral Meditarráneo sur, (Mar de Alborán), cuyas ciudades playeras están rodeadas de una sinuosa sierra montañosa, con cimas que superan los mil metros, no es mucho, pero lo suficiente como para disfrutar de preciosas vistas y perderse en sus bosques de pinares y pinsapos. El pueblo de Mijas, en lo alto de la sierra del mismo nombre, es una de mis rutas preferidas y entre octubre y Mayo, antes de que el calor haga su aparición. En algunas ocasiones, escasas a decir verdad, cuando media España se encuentra en ola fría, caen algunos copos de nieve en las cimas más altas de la sierra, cosa que nos gusta aprovechar para disfrutar de esta experiencia tan poco usual por aquí, y allá que voy con mi libro para dejar constancia del especial momento.

Por otro lado, las alturas no siempre son en montañas o picos, a continuación os dejo las fotos quizás más espectaculares, por el efecto visual, el lugar o el vértigo que pueden producir nada más verlas. Advierto que ninguna de esta fotos son montajes, ni siquiera me gusta retocarlas. Y aunque lo parezca, no corrí excesivo riesgo, ni la persona que las tomó, ni el lector. 



Arriba es en un viejo puente por donde pasaba el antiguo ferrocarril de Fuengirola a Málaga, a su paso por Torrequebrada. Aunque leer en algunos lugares parece peligroso, son solo efectos visuales, nunca corro riesgos innecesarios.
Esta y la de abajo se realizaron en los fiordos noruegos, mas concretamente en Preikestolen, un lugar muy concurrido con unas vistas inolvidables.





Esta fue en la espectacular fuente del Arco Triunfal, un monumento en el parque de la Ciudadella, en Barcelona.
En esta ocasión, el lector se encuentra en el muro del castillo de Sahara de la sierra, en el parque natural de los alcornocales, con el lago del mismo nombre.  Es un hermoso paraje para visitar entre Abril y mayo.
En esta foto se puede apreciar al fondo, el gran puerto de Barcelona desde el castillo de Montjuic, en uno de los muros del mirador. 
Esta me gusta, pues se plasma abajo la costa de Benalmádena y el mar azul en todo sus esplendor. 


Es otra de mis clásicas en un saliente de la montaña del Torcal de Antequera.

En el mirador de la montaña del Santo en Pizarra (Málaga), con la vista del bello pueblo. 


Desde la alcazaba de Antequera, con la vista a lo lejos de la montaña del Indio o Peña de los enamorados, en cuya naríz algún día tengo que hacerme una foto. 
Esta con la Alhambra de fondo. Me gusta leer ante lugares emblemáticos como este. 

De nuevo en Torrequebrada, con la vista del nuevo puente al frente.
Otra perspectiva de situación en Antequera.

Esta impresiona por el efecto caída, en realidad es un pequeño salto para el hombre y parece un arriesgado vuelo sobre un pico de Mijas, con la ciudad de Fuengirola a la vista.
El torcal de Antequera es un hermoso paraje para visitar.


Pero no hay nada como leer al aire libre en lo alto de cumbres, con bellas e impresionantes vistas, a las que aparentemente no aprecio al estar pegado al libro, pero disfruto igual.
La buenas lecturas merecen lugares de altura. Como estas cumbres en Mijas, Málaga.
Esta en el llamado Pico del Juanar, en la sierra que rodea la famosa ciudad de Marbella, lejos por supuesto de la Jet-set.
Pero tampoco las profundidades rocosas, cuevas de todo tipo se me resisten. Como arriba la cueva del Gato en la sierra de Grazalema
Incluso bajo la atenta mirada ciega de los murciélagos, como los de esta caverna de la Axarquía, no impiden que le siga el hilo a mi lectura.
  Para situaciones de oscuridad, siempre llevo algún lector de libros electrónicos con retroiluminación.

Olvidé la equipación para hacer escalada, pero no el libro...

Pero hay lugares más raros donde se puede encontrar el lector viajero, he aquí algunas de las más curiosas y surrealistas imágenes:



En una fiesta años 70 y abajo practicando como piloto lector. Nadie se sintió seguro en ese vuelo, no entiendo por qué.


Reflejos y sombras de un lector









Lugares raros para leer, como estos. 


En el cine, 




                                       En un escaparate... de modelo.

Arriba en un glaciar noruergo, abajo, boca abajo.

Bajo el agua o en una sauna, son los lugares más difíciles para hallar plena concentración, pero si no se intenta...



Mi dentista me realizó esta foto, admitiendo que era lo más raro que le habían pedido hacer. No era la primera vez que el lector aprovechaba una consulta médica para realizar su principal práctica, leer.
Esta es la radiografía de un lector empedernido


Es verdad que leer en un cementerio no es lo más común, pero o aseguro que nadie os molestará.


Esta otra da cierto vértigo, mientras la gente sobrelleva como puede las emociones fuertes de montarse en el  "Superman" en un parque de atracciones, el lector va a los suyo.  


No siempre leo solo


 


Las siguientes fotografías fueron enviadas por amigos y amigas, que ven esto y como de alguna manera les recuerdan a mi, me las mandan, algunos como peticiones para que repita la hazaña, y yo que en algunos casos les hago caso. Algunas de estas os aseguro que no soy yo, aunque lo parezca.




Hablando de nacimiento, según parece, ya leí antes de nacer. Esta es la prueba


 Esta de arriba es imposible que sea yo, aunque lo parezca, pues fue tomada en Woodstock, para ese entonces yo apenas tenía los dos años, pero desde luego tiene mérito leer allí.
 
Esta otra es futurista, ¿Para cuando los vehículos autónomos?




 Esta no sé si la haré algún día, no soy asiduo a los deportes de riesgo, aunque leer lo sea a veces.
Algún día me ocurrirá esto, me dicen muchos. Espero que no pues soy muy friolero.


 Montajes curiosos


Las más bonitas







Fotos en situaciones de la vida cotidiana.


En el gimnasio puedes ejercitar mente y cuerpo


Cortar el césped se puede convertir en una tarea más con un libro...


Comiendo o de compras, da igual, no hay que perder el hilo de la historia.