Los últimos días de Néstor






Luis Ernesto Romera
Año 2008
Numero Registro PIA : Exp MA-716-09




Algunos parrafos

Para Néstor Garcés, aquella era su primera presentación como jefe de grupo en la empresa de programación de ciberdroides, para la que trabajaba. Ahora, tendría bajo su cargo a mas de 50 personas, entre desarrolladores de ideas, programadores de procesos visuales y analizadores de código, un considerable grupo de expertos y sesudos programadores, a los que la empresa mimaba, al grado que algunos de ellos cobraban mas que el propio jefe.

A Néstor, quien llevaba mas de 3 lustros trabajando fielmente para CiberIberia, el puesto de jefe de proyecto, no le vino grande, mas bien constituía el trabajo ideal para el, era el sueño de su vida, no podía negar que ambicionaba ese puesto desde hacía años. Su empresa se había convertido, en parte gracias a el y el equipo que funcionaba en la fabrica de Madrid, en una de las principales suministradoras de equipos robotizados para el gobierno, sus prototipos eran utilizados en herramientas para las fuerzas de seguridad, tanto en la desactivación de explosivos, como para equipos de salvamento y últimamamente hasta para el control del tráfico en las ciudades. Néstor había heredado tan solo unas semanas antes el puesto del malogrado Arturo Guillen, quien al caer gravemente enfermo de un extraño mal que se había vuelto muy común en aquella época, causó baja en la empresa.

Ahora pese a tener mayor responsabilidad, pensaba que podría disponer de más tiempo libre, ya que no tenía que llevarse las tareas a casa, como era el caso de los programadores de sistemas, puesto que ocupaba anteriormente, el ahora solo debía controlar que los sesudos obreros no se desmadraran o perdieran la concentración, se tuviesen los trabajos a tiempo y organizar las tareas. Tarea que vista así, parecería estresante y llena de presiones, pero en realidad todos los que trabajaban para CiberIberia estaban muy motivados y no hacía falta empujarles mucho, pues eran los mejores en su campo.

Néstor, era amante de las nuevas tecnologías y un adicto a la información, gustaba leer en su e-book, noticias sobre las nuevas invenciones, estaba suscrito a todas las revistas especializadas, las cuales puntualmente recibía y de esa manera estaba bien informado sobre los avances en robotica y lo que otras empresas del sector sacaban o proyectaban. Así utilizaba esas ideas para alentar a los suyos en proyectos a aún mejores, y aunque eran otros los que decidían sobre esto, siempre estaba listo para aportar ideas nuevas en el canal interno de la multinacional. A Néstor la ciencia ficción y las historias fantásticas sobre cyborgs y androides le encantaban desde niño, por ello el tener oportunidad de saber que por fin trabajaba en lo que tanto había soñado, era para el, la mayor satisfacción de su vida.

Pero no encontró Néstor el tiempo libre que deseaba, ya que durante las siguientes semanas, el trabajo en la empresa se multiplicó en gran manera, había que prepararlo todo para la próxima presentación de los nuevos prototipos. La visita del presidente general de la compañía y toda la camarilla de directores y principales accionistas hacía de aquello una ocasión especialmente tensa, nada podía fallar ese día. Además según le dijo su superior tenían que quedar bien ante los accionistas si querían seguir subsistiendo como empresa filial de la gran Cyberworld, una de las más grandes empresas del sector de la robotica a nivel mundial, así que de su equipo dependía el futuro de CyberIberia. Habían pasado años difíciles, la competencia era dura y constantemente se veían obligados a innovar si no querían quedar relegados y que el gobierno, quien era el máximo cliente, se buscara a otros, que también construían prototipos dirigidos a las fuerzas de seguridad.
A menudo recibía la visita de Abilcar Martín, encargado de la seguridad del polígono industrial, amigo de la infancia de Néstor.

-¿Qué pasa Garcés? Más vale que todo salga bien eh, mira que si no vamos todos a la calle -arengó Abilcar, en plan de broma, aunque haciendo referencia a un hecho real, gran parte de las instalaciones y empresas del póligono se centraban en suministrar principalmente a CiberIberia, por lo cual, si esta caía, todos se verían afectados.

-Todo saldrá bien Abilcar, tu sabes que estamos hechos unos expertos. Solo falta afinar un poco el software y ya verás.

-Espero que no os pase como con un robot que compré el año pasado, el tío se volvió loco y mató al gato.

-Eso te pasa, amigo, por comprar robots filipinos.

-Ya, estos filipinos, pero como son baratos, tu sabes, con comprarte otro. Lo malo que si el tuyo sale mal, te veo acompañando al trullo a los locos esos de la secta del fin del mundo.

-¿Secta del fin del mundo has dicho? ¿Que secta?

-Si hombre, a esos que van a meter presos....


Si quiere continuar la lectura este relato estará incluido en el libro "La quimera de los anhelos",de próxima aparición.
Si lo desea, agradeceríamos algún comentario, opinión o critica del libro en el apartado de comentarios. Gracias

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Me parece un libro aun quizás pecando de trágico, con gancho. Quizás haya momentos en los que los detalles sobran y otros en los que se hechan en falta, pero en grandes lineasm bastante bien conseguido.

Vigirlo dijo...

Presenta el destino mu poco alagüeño. ¿Demasiado catastrofista?

Anguita dijo...

Original, un poco rebuscado el argumento, pero desde luego te hace pensar.

Anónimo dijo...

Muy bueno!!! Trajiste a mi mente imagenes q ya habia recreado hace algun tiempo. DG.