Antropoceno



La primera expedición al curioso planeta azul logra aterrizar en una zona de hielo, dos de los tripulantes y un "Droide" descienden tras comprobar que no hay gases tóxicos ni elementos radioactivos presentes en su superficie. Tras desplazarse una distancia prudencial, siempre procurando no perder el contacto con la nave, observando constantemente la información que les van suministrando las pantallas de sus instrumentos de control de señal y comunicadores portátiles, los cuales les informan a tiempo real de la temperatura, velocidad del viento, elementos orgánicos encontrados y posibles cambios atmosféricos que puedan surgir, aunque por el momento la expedición tan solo encuentra líquido en estado de congelación y temperaturas sumamente frías, incluso para ellos. 
     De repente, se topan ante un saliente de formas rectilíneas y paredes compactas, claramente distinto a todo cuando han contemplado hasta el momento y que le llama la atención a uno de ellos. 


Burjiatz gritó emocionado: ¡Masía Denierg! ¡Masía Denierg! ¡Mire lo que hay allí!

-¿Qué has encontrado Burjiatz? Déjame verlo, -dijo mientras se acercaban a la entrada-

-Observe Masía, parece como la entrada a alguna estancia. Y hay ciertos signos marcados en la puerta.

-Tienes razón ¡Creo que hemos encontrado la prueba que tanto buscábamos! Vamos a ver que hay al otro lado, manda al borg que escarbe un poco más para liberar la entrada. Un poco más a la derecha.

-¡Ya está! No parece una entrada difícil de desbloquear. ¿Procedemos?

-Procede, Burjiatz

-¡Ya está! ¿Entramos Masía?

-No, espera un momento, introduciremos al Borg, que este nos indique si el ambiente es adecuado o si hay alguna clase de toxicidad interna.

-Como usted ordene Masía –responde mientras activa al artefacto móvil que les acompaña–

-Es una especie de emplazamiento, Masía –le indica Burjiatz, señalando a la pantalla receptora de imágenes–

-Sí, es posible que se tratase de una antigua excavación de algún mineral. Tal vez una anterior civilización que habitó este planeta lo utilizara con algún fin. Gira a la izquierda, por ese pasillo, según el geometrizador ese debe conducir a una estancia más grande. Observa las paredes Burjiatz, hay restos de trazas de mineral oscuro. Según muestra el detector del Borg es un derivado del Karkabinol también presente en nuestro planeta.

-¿Cree que habrá Karkabinol en este inhóspito lugar?

-No solo lo creo, lo afirmo. El detector lo lleva mostrando todo este tiempo, desde que aterrizamos aquí.

-Pero hasta ahora no hemos encontrado rastros de vida orgánica, al menos en superficie.

-Tú mismo lo has dicho, deben haber pasado muchos eones desde que desapareció toda forma de vida aquí, la acidez del ambiente muestra que debió suceder una catástrofe de grandes dimensiones. Nuestros investigadores llevan años enviando sondas para estudiar y demostrar que este planeta albergó vida. ¿Recuerdas cuando la anterior expedición no tripulada encontró líquido? Fue todo un logro, pues venía a demostrar que bien pudiera albergar vida, si no ahora, en el pasado. Era la hipótesis aceptada.  

-Pero nosotros ahora lo podemos corroborar.

-Efectivamente Burjiatz. Esta construcción está claro que no es obra de la casualidad, como tampoco lo es, lo que aquí dentro podamos encontrar. Mira ahí, ves.

-¿Dónde Masía?

-Enfoca justo enfrente. ¿Ves esos estantes sobre los que posan objetos circulares?

-Sí, ahora los veo lo veo.

-No hay duda, deben ser objetos fabricados por alguna inteligencia.

-Vamos a estudiar una de ellas, haz que recoja uno de los objetos el Borg y lo llevaremos al laboratorio, quizás nos rebele algo sobre la civilización que habitó este planeta.




(En el laboratorio de la Nave ZYX-5D)

-¡Es increíblemente bello y a la vez extraño, Masía Denierg! Como usted ha dicho, está claro que no es una pieza formada por casualidad.

-Observa, es como una fina tira enrollada, y está diseñada con una especie de polímero flexible. ¡No he visto nada igual en mi vida!

 -¡Sí! ¡Parecen transparentes!

-Pero no lo son, haz que atraviese un rayo de luz por ellos.

-¡Vaya! Es verdad, parecen opacos

-¡Espera! Mantenlo en esa posición.

-¿En esta?

-Sí, mira, parecen reflejar algo cuando son atravesados por la luz, ¿lo ves?  Activa el aumento.

-Tiene razón, hay signos, son parecidos a los que encontramos en la entrada al emplazamiento.

-También hay imágenes. Observa estos, parecen pictogramas de seres vivientes.

-Veo algunos de estructura corpórea similar a la nuestra, Masía.

-Al lado aparecen otros, por la posición parecen mostrar que los primeros son los que mostraban inteligencia. Posiblemente sean los que realizaron este trabajo. Pero hay varias especies de estos, con diferencias morfológicas claras.

-Pero esos signos, según muestra el Borg, no son reconocibles como lenguaje conocido alguno.

-Solo en apariencia, pero si te das cuenta, hay cierta repetición de signos,  y por lo que parece guardan cierta lógica. Recogeremos más de estos rollos, los procesaremos y que el Borg haga una comparación y relación de signos con las imágenes. Tal vez podamos descifrar los mensajes que contienen. Burjiatz, creo que estamos ante el descubrimiento del eon. Esto, no cabe duda que ayudará a desentrañar quienes vivieron aquí y tal vez por qué desparecieron.





(Presentación del descubrimiento ante el consejo)

 -Estamos ante un planeta en gran parte líquido, posiblemente haya tanto en superficie como en las profundidades. La zona de aterrizaje, no obstante no parecía mostrar signos de vida, se trataba de una vasta extensión de hielo, con temperaturas muy bajas y contrarias a la vida. Sin embargo, antes de aterrizar, los indicadores mostraban territorios menos fríos, algunos incluso muy cálidos, pero por alguna razón la nave nos llevó a la zona fría, tal vez por ser la menos contaminada.

-¿Qué quiere decir con contaminada? –Pregunta la bióloga Astrid Balkiar–

-El espectrómetro de químicos, mostró que abunda una materia de gran resistencia, que parece haber sobrevivido a sus habitantes. Cubría prácticamente todas sus aguas, y gran parte de zonas secas. Y nos tiene intrigados, es algo que jamás hemos conocido, no es un mineral que podamos encontrar en nuestro planeta. Incluso, en nuestras primeras indagaciones tampoco creíamos que este planeta lo haya producido.

-¿Por qué afirma eso, Masía Denierg? –Pregunta Abiant Bargian–

-Porque a diferencia de otros minerales, estos polímeros no se han degradado, ni han sido asimilados por la corteza del planeta. Es como si fuera algo ajeno a su naturaleza.

-¿Cree usted que un exceso de ese producto haya provocado la extinción de la vida? –Pregunta Masía Ambergk–

-Es posible que este sea un subproducto que alguna de las especies inteligentes del planeta haya fabricado de forma masiva, tal vez extrayéndolo de zonas interiores y con eso se haya cambiado drásticamente el equilibrio ecológico del planeta, hasta el grado de hacer que todo lo que comieran los seres vivos, haya sido contaminado con esa sustancia altamente tóxica, y que además no se integra en la superficie.

-Bien, eso suponemos que se deberá investigar un poco más. Y ¿qué hay de las investigaciones sobre esos escritos o signos en las tiras de polímeros que encontraron? ¿Les condujeron a alguna conclusión sobre lo que ahí pudo ocurrir? –Pregunta la experta en ciencia, Alvarí Varak–

-Las tiras también parecían estar hechas de ese mismo material. Pero precisamente lo realmente increíble es el contenido de estas.

-¿Han podido descifrarlo?

-Por supuesto, hemos estudiado cientos de estos rollos, y créanme, dicen mucho de sus habitantes.

-Dígame, Masía Denierg ¿encontraron similitudes en nuestra civilización y la de ellos?

-Eso es precisamente lo que me ha sorprendido. Hubo algunas coincidencias en constitución física y cerebral, pero en cuanto a la sociedad en general y su manera de vivir, estaban muy lejos de nosotros.

-¿Cómo ha llegado a esas conclusiones? –Pregunta de nuevo Masía Ambergk–

-Nuestro Borg ha realizado un trabajo magnífico, hemos podido descifrar el 90% de sus signos de escritura, que por cierto no era uniforme, pues tenían muchos tipos de dialectos y formas de expresión. Nos centramos en la más extendida y en ella, con ayuda de las imágenes y dibujos hemos podido conocer como era su vida, su civilización y hasta las posibles razones que llevaron a su extinción.

-Pues suena interesante lo que usted ha descubierto. ¿Cree que es posible que esto nos enseñe algo? ¿Nos podrá ayudar a mejorar nuestra civilización?

-Lo dudo mucho, Masía Abiant

-¿Y eso? ¿Por qué afirma eso?

-Déjeme que les explique con todo detalle las conclusiones a las que llegamos por el estudio de todos los rollos contenidos en aquella estancia:

El planeta azul bien pudo ser antaño un vergel lleno de vida, donde pululaban muchas especies de seres vivos muy variados, el equilibrio entre diferentes gases hacían su atmósfera ideal para la vida. Su planeta producía una cantidad ingente de alimentos, más que suficiente para alimentar a todas las especies y los más inteligentes al parecer tenían la costumbre de almacenar más de lo necesario. Al principio, al encontrar la edificación y todos los archivos que este contenía, nos sorprendió de manera grata que aparentemente varias especies inteligentes se unieran para proteger estos documentos y guardarlos allí, con el propósito de preservar una memoria de su cultura, historia y vida. Pensábamos que se trataba de varias especies, pues los signos que utilizaban eran distintos y las imágenes también mostraban diferencias en el tamaño, morfología, estructura física y color de los individuos. Nos parecía que habíamos descubierto un crisol de seres inteligentes tal vez provenientes de diferentes lugares poblando un planeta en paz y armonía. Hasta habían conseguido avanzar en la investigación de su entorno espacial y habían llegado a colonizar uno de sus satélites y aunque no se dice nada de habitar otros planetas, pero está claro que tenían un espíritu aventurero que les movía en la búsqueda por conocer mundos distantes, tenían tecnología suficientemente avanzada para ello. Sin embargo, la conclusión a la que llegamos después de investigarlo todo, es que la civilización que habitó ese planeta, según nuestros cálculos desapareció hace aproximadamente 300 eones, creemos que por un cataclismo provocado por ellos mismos. 







Y ahora pasaré a explicarles por qué concluimos así. En realidad, contrario a lo que creíamos al principio, no se trataba de un grupo de especies inteligentes, sino sustancialmente de una sola, con variedad de razas, notables en sus facciones, y formas de expresarse, pero genéticamente una sola. Y en realidad, pese a los avances que observamos, fue una civilización que progresó muy lentamente, y si bien habían alcanzado ciertos logros en tecnología, como mencioné antes, pero en realidad esos avances, no llegaban a todos, eso es lo paradójico. Y todo por una costumbre, un tanto extraña, que tenían de convivir, contraria a toda lógica de supervivencia.

Por las historias que cuentan en los diferentes rollos analizados, estaban divididos en secciones arbitrarias de territorios que separaban a la población, a estas divisiones que por lo general identificaban como naciones, ponían además extraños nombres para diferenciarlas, algunos llevaban el nombre de uno de sus líderes, otras provenían de sus razas, naturaleza o por sus paisajes, pero no había criterio objetivo para crear las divisiones existentes, algunas podían ser grandes porciones de terreno, otras estaban divididas por afluentes de agua, cordilleras montañosas, pero por lo general, no habían fronteras naturales que las explicasen. De hecho, hasta ciertas zonas minúsculas se consideraban territorios independientes. Y aunque se mencionaban intentos por unificar algunas de esas “naciones”, parece que les costaba mucho, era más fácil que se separaran entre ellos y formaran más divisiones que la unión de estas. A lo largo de su historia, algunos líderes de entre ellos buscaron unificar, pero a costa de luchas y masacres para absorber unos a otros a la fuerza. Su historia está plagada de ese tipo de luchas y mucha violencia, crueldad de unos hacia otros, que no cabe en nuestra imaginación, la sola descripción de sus actos, nos resulta repulsivo. En uno de los registros se dice que sometieron a muchos, tan solo por el color de piel, como trabajadores forzados, subyugados a una vida llena de castigos y trato vejatorio. Hay relatos de muertes por hambre de enormes cantidades de ellos, a pesar de que el planeta suministraba más que lo necesario y como mencioné antes, solían acumular alimentos de reserva en grandes espacios y almacenes. Había enormes diferencias de trato entre los dos tipos de sexo, siendo maltratadas las débiles por los más fuertes, aunque parecía que se luchaba por arreglar eso.

También descubrimos que cada división territorial tenía sus propios líderes y hasta en los últimos tiempos hubo entre todos, una especie de competencia por ser los más hegemónicos o fuertes. Estaban obsesionados por demostrar poder, hasta hacían competiciones o juegos en los que se vanagloriaban de sus respectivos representantes que competían por ganar a los demás.

A lo largo de su historia fueron imponiendo variables sistemas de gobiernos en sus divisiones o naciones. En realidad, no parece que hubiera estabilidad en todo el periodo de tiempo que dominaron el planeta. Las divisiones o secciones de territorio estaban enfrentadas a menudo y parecían obsesionados por competir y no compartir. Otra cosa que nos sorprendió era la manera de intercambiar bienes e invenciones, no las repartían como hacemos nosotros, sino que utilizando unas piezas de un material frágil al que llamaban dinero y al que dieron un valor artificial, las intercambiaban por los productos que el planeta les ofrecía. Así que esas piezas las utilizaban para poder obtener hasta lo más básico, ya sea alimentos, lugares donde vivir o bienes necesarios. Parecían cooperar, pero siempre lo hacían con el interés de recibir esas piezas a las que llamaban dinero. Realmente creemos que no conocieron la colaboración. Tanto es así que observamos diferencias abismales entre algunas divisiones territoriales y otras, curiosamente las más ricas en recursos y naturaleza, por lo general eran las más empobrecidas y donde la población sufría más de hambre y padecimientos, en cambio, había algunas que eran pequeñas, poco pobladas o que tenían territorios áridos o fríos, pero eran inmensamente prósperas y presumían de gran opulencia. Por supuesto, estas conclusiones la sacamos al comparar de lo que presumían unos y otros en sus informes, había diferencias enormes. Sin embargo, cada una de las divisiones territoriales se consideraban a sí mismas como las mejores, incluso tenían objetos como estandartes con símbolos por los que estaban dispuestos a morir o matar. Tenían canciones o himnos donde a menudo se daban alabanzas a la guerra, haciendo referencias a luchar y vencer a enemigos, creo que lamentablemente en su genética llevaban esa lucha fratricida y el odio entre unos y otros. Los informes casi siempre hacían hincapié en las riquezas que poseían, en la fuerza de sus combatientes y la influencia o poder sobre los demás.

También observamos que en cierto modo hablaban de un creador u originador, un ser supremo, pero de nuevo había división en esto y también competencia, esto más que unificarlos parecía dividirlos más. Se mencionan peleas por imponer sus propios criterios en esos aspectos y en sus luchas utilizaban ideas y creencias para alentar a la guerra en vez de utilizarlos para la paz y la unidad. A menudo hablaban de enviados del creador a los que ellos mismos maltrataron en vida, sufriendo muertes crueles y desagradables, pero luego tras su muerte los convertían en dioses. Es algo que nos ha sorprendido en gran manera. No entendemos por qué hacían eso.

Como tampoco comprendemos por qué se empeñaron en utilizar ciertas materias internas que el planeta contenía, suponemos que con un fin específico, pero ellos utilizaron en gran medida para sus transportes, y siendo que estas sustancias estaban localizadas en puntos limitados del planeta acabaron por sobreexplotar las fuentes de estas sustancias. Y esa fue una de las causas de su ruina, ese material que utilizaron para los transportes y como fuente de energía, fue el causante del arruinamiento de su atmósfera y peor aún, con eso mismo producían los polímeros con los que embasaban alimentos y bebidas, que como dije antes, en vez de repartir equitativamente cambiaban por lo que llamaban dinero. Lo peor fue que no se dieron cuenta que la proliferación de estas sustancias artificiales y no biodegradables, propagaron un mal que afectó a sus mares y la vida de allí, también sus fuentes de agua, los alimentos que consumían y como efectos colaterales a todos los seres vivos que habitaban el planeta. Ese subproducto artificial, que no se degradaba, ni era absorbido por el terreno, se convirtió en su muerte. Regaban sus plantaciones con sustancias químicas que provocaron efectos negativos en su propia reproducción, así que en los últimos años su población debió verse reducida. También esquilmaron sus aguas, por la obsesión de almacenar alimentos, se comían a otros seres vivos del planeta y acabaron con muchas especies, sino con todas. En próximas expediciones se debería comprobar si aún existe algo de vida que sobreviviera al cataclismo, pero dudamos que fuera posible. Para colmo, los últimos informes hacían referencia a la utilización de ciertos recursos radiactivos en una nueva y última guerra, que cambiaron por completo el entorno y definitivamente destruyeron la protección de su atmósfera y de su planeta. Después de eso ya no hay más información, todos los informes acaban precipitadamente en esa situación de incertidumbre ante el futuro. Cuesta creerlo, pero fue así, ellos mismos destruyeron su entorno, por dentro y por fuera y se auto destruyeron a ellos mismos.




-Es un relato realmente aterrador, Masía Denierg. Realmente como usted ha mencionado cuesta creer que unos seres inteligentes pudieran llegar a eso. Ese planeta azul, parecía ser algo bello para la vida y prometía ser una posibilidad de fraternización de nuestra civilización con la de ellos, pero en vista de lo que han descubierto y nos han informado, tal vez haya sido mejor que no contactáramos antes, posiblemente nos hubiesen atacado o considerado enemigos.

-Sí, es una lástima que hayan acabado así –añade Alvarí Varak

-¿Cree que hay posibilidades de que el planeta azul recobre el equilibrio químico y vuelva a albergar vida?

-Todo dependerá del grado de destrucción al que hubiesen llegado, no hemos explorado todo el planeta, tan solo una parte, que en realidad se trataba de una enorme extensión de hielo donde no encontramos restos de vida. No sabemos si en otra parte la pudiera haber. Eso ya sería trabajo para otra expedición.

-No sé si tal vez será mejor dejar las cosas como están, esperar unos cuantos eones y tal vez dejar que el planeta recupere la vida, si tal vez quede algo en alguna parte, solo el tiempo lo dirá.

-Me uno a su opinión, Masía Abiant, además, creo que esta información ni siquiera sea interesante comunicarla a nuestros ciudadanos, es mejor que la memoria de estos destructores sea borrada para siempre. Quizás con el tiempo el planeta pueda volver a ser habitable y entonces seamos nosotros los que la colonicemos, cuando nuestro planeta llegue al límite del equilibrio –comenta Masía Ambergk–.

-Sobre esto último no opino lo mismo, Masía Ambergk, tal vez si sea interesante que todos los friedianos lo sepan, más que nada como advertencia ante las catastróficas consecuencias de buscar la división, el egoísmo, la ambición y el poder sin límites. Todos nuestros hermanos ciudadanos del planeta Frieden deben saber de este descubrimiento y de la triste historia de los habitantes de aquel planeta azul, ahora inerte y sin vida, pues solo así preservaremos nuestra convivencia pacífica y armoniosa, sabedores que tomar otro camino solo conduce al desastre, como le sucedió a ellos, que forzaron a su planeta a una era de prolongado y aniquilador antropoceno._



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