Efecto mariposa en la historia contemporánea



Desde el atentado en Austria-Hungría hasta la guerra contra DAESH

El 27 de Junio de 1914, un joven servio-bosnio, llamado Gavrilo Princip, miembro de una organización de llamativo nombre: Mano negra, disparó contra un príncipe de una potencia dominante de aquellos tiempos. El atentando que aquel joven cometió contra el heredero del imperio austro-hungaro, provocó una serie de acontecimentos que pocos meses después llevaría a declarar la Primera guerra mundial. Aquella guerra vino a cambiar muchas cosas en todo el mundo, significó el fin de varios imperios, entre ellos el Astro-hungaro, el Otomano y la caída de la dinastía zarista en Rusia, así como el ensalzamiento a nivel de potencia militar de EEUU y una alianza fiel y constante con Inglaterra. 

El mundo entero se vio sumido en una crisis nunca conocida y tras esta, surge una pandemia, la llamada "Gripe Española", que mató a casi tantos o más que los que mató la guerra, se calcula entre 50 a 60 millones e víctimas mortales y más de 100 millones de personas infectadas. 


Siguiendo el hilo de los acontecimientos, la guerra provocó entre otras cosas, que en Rusia se iniciara la revolución bochevique, que hizo que esta abandonase la guerra en 1917, antes de terminarla y con ello facilitó el establecimiento del estado comunista de la Union sovietica. 

Por causa de la influencia que el sistema soviético empezó a tener en varios movimientos políticos enfrentados en Europa, surgieron los fascismos y el nazismo, incluso guerras entre el comunismo y el fascismo, como la guerra civil en España, que provocó la caída de la república y el establecimiento de una dictadura militar en aquel país. Se permite la militarización de Japón y la invasión de China, a la que nadie quiso ayudar, situaciones estas que fueron permitidas entre otras cosas, para evitar el avance del sistema bolchevique que podía expandirse. A las potencias occidentales les interesaba Hitler, Mussolini, Franco y un Japón fuerte, porque de alguna manera servían de barrera al avance del comunismo.

Hitler llegó a alianzas engañosas con Stalin a fin de adueñarse de gran parte de Europa, a cambio de que este no intervinieran. Pero las ansias expansionistas de Hitler dieron inicio a la segunda guerra mundial y con ello al error de guiarse por su instinto anticomunista e intentar invadir a la Union sovietica y con ello provocar la entrada de esta en la II guerra mundial. La intervención de EEUU, por culpa del ataque de Japón en Pearl Harbour y la posterior alianza con Inglaterra y URSS significó el fracaso de el fascismo en Italia y el nazismo en Alemania. La segunda guerra mundial, dejó un reguero de muertos muy superior a la primera.

Pero la división territorial de Alemania entre las potencias vencedoras, dio origen a otro conflicto, la división de Berlín, la construcción del muro y el telon de Acero y la influencia del comunismo en la mitad de Europa. Nace la llamada "Guerra Fría".

La guerra fría, creo conflictos como los de Corea, que se dividió en dos, los del sur apoyados por EEUU y los del norte por el bloque soviético. China con Mao Tse Tung a la cabeza siguió la saga de la URSS, justo después de la guerra y estableció un régimen ateo-comunista, más radical que aquel y como respuesta al abandono que sufrió durante la invasión japonesa. Poco años después se abrirían conflictos en Cuba, y cruentas guerrillas en varios países latinoamericanos. La famosa guerra de Vietnam, significó la primera derrota de EEUU en una guerra, en parte por el apoyo de URSS al bando comunista. 

Pero años después EEUU, le devolvería la moneda a la URSS, cuando esta pretendió conquistar Afganistán. En ese momento, EEUU apoyó a la guerrilla que expulsó a los sovieticos, liderada esta por un millonario saudí llamado Bin-Laden. Pero, coincidiendo con esa derrota, vino la caída del muro de Berlín y de la mayoría de los estados del bloque soviético. Poco después, los acontecimientos sucedidos en 1990 en la primera guerra del golfo, cuando en verano, Iraq invade Kuwait y EEUU sale en ayuda de este último, instalando bases en "territorio santo" de Arabai Saudí, entonces Bin Laden se rebela y declara la guerra a EEUU, iniciando los planes para atacar con su organización terrorista todos los intereses Norteamericanos en cualquier parte del mundo. Se suceden una serie de atentados en diferentes países contra embajadas, bases, incluso porta aviones de EEUU. Afganistán cae en manos de los Talibanes, aliados de Bin Laden y su organización AlQaeda, quienes le protegen, lo cual convierte el país aliado en enemigo. 

Esto nos lleva hasta el año 2001, cuando un grupo de terroristas, apadrinados por Bin Laden y apoyados por su organización, provocan el atentado más grande de todos los tiempos, el ataque a las torres gemelas el 11 de Septiembre. Esto significó un duro golpe contra la potencia mundial y el inicio de la llamada Guerra contra el terrorismo internacional, que para ese tiempo lidera Al-Qaeda. 

EEUU, vuelca toda su furia contra Afganistán, pero de nuevo erróneamente contra Iraq, lo que lleva a una alianza internacional a atacar a derrocar a Sadam Husseín y su régimen y convertir un país rico y poderoso en una nación desintegrada y debilitada. 

Esta situación provoca el nacimiento de movimientos más radicales que Al-Qaeda, que aprovechan la desintegración de Iraq, Libia, y la guerrra de Siria para formar un poderoso califato islamista radical, conocido como Estado islámico, IS, Isis o Daesh, diferentes nombres utilizados para un oscuro sistema del que aún no se conocen los resultados que dejará tras su paso por una basta zona de Iraq, Afganistán y Siria. 

De nuevo Rusia y EEUU luchan aparentemente con el mismo propósito derrotar a este enemigo común, junto a ellos Inglaterra, Francia y muchos otros países, que como España, han sufrido las consecuencias de meterse en los conflictos de oriente medio. 

Esta guerra, como todas las guerras provoca crisis económica y esta se ha hecho notar en prácticamente todas las economías mundiales, salvo en la China, que se ha puesto como ejemplo imitar, obligando a los estados a tomar medidas para ajustar los márgenes, ajustando sueldos y rebajando derechos. Como contrapartida, la empobrecida y diezmada clase media se lanzó a comprar mercancías baratas a China, de forma desmesurada, haciendo ascender a esta como una nueva potencia económica. También por causa de esta misma crisis del 2010, muchas naciones han llegado a sufragar indirectamente al DAESH, al comprar petroleo barato que estos empezaron a suministrar al invadir terriotrios con ricos yacimientos que ha seguido explotando. 

El final de todo esto a finales del 2016 aún era difícil de definir, si bien se vilsumbraba la derrota del Estado Islámico, eso si, después de una agotadora y larga lucha, similar a la que se vivió en territorio alemán allá por 1944 y 45, que llevó a la destrucción absoluta de Alemania y al descubrimiento de toda la sangrienta maquinaria que aquel régimen llevó a cabo. Podemos hacernos una idea de los abusos y terribles situaciones que miles de personas bajo el oscuro régimen yihadista han podido sufrir. Algún día todo quizá se acabe conociendo, salvo que se tratase de un engaño. Pues por el momento todo se ha quedado en testimonio de unos pocos sobrevivientes, pero con escasas pruebas de lo que allí se hizo y sin poder juzgar a los supestos criminales de guerra.

Ya en el 2016 también se veía posible que el final de la guerra en oriente medio significara el debilitamiento de un sistema religioso hasta ahora muy sólido, como el Islam, también puede ocurrir lo contrario, que eso provoque el avance del integrismo en países que antes servían de frontera, como Iraq, Siria o Libia. 

En cualquier caso podemos decir que la guerra contra el yihadismo internacional y contra el Estado Islámico, que aún se encuentra en su recta final, ha sido consecuencia de un suceso acaecido hace 106 años. Un atentado ha provocado la guerra más complicada, contra el terrorismo mundial.

Si Gavrilo Princip hubiese sabido que aquel disparo suyo llegaría a tener efectos hasta el día de hoy, posiblemente se lo hubiese pensado antes, o tal vez no, pues los hilos que mueven acciones como estas son indesligables. Gavrilo murió en abril de 1918 a pocos meses de acabar la guerra, recluído en un presidio, donde sufrió torturas brutales, apenas pesaba 40 kg, se le tuvo que amputar un brazo que se le gangrenó al estar encadenado por años, y después de varios intentos de suicidio, murió de una tuberculosis osea. Tan solo pudo escribir unas últimas palabras que fueron encontradas en su mugrienta celda de castigo, que decían lo siguiente: Nuestras sombras andarán por la ciudad, se pasearán por la corte y atemorizarán a la aristocracia.

Aunque parecía referirse a Viena, estas palabras bien se pueden considerar como presagio de los acontecimientos que desde entonces han sido comunes en todas partes, y hasta ahora con el temor al terrorismo, esa mano negra que parece insistir en que no tengamos paz en el mundo ni por un día desde entonces.  Pero la historia no ha quedado en eso, las guerras tienen varias patas, están relacionadas con el poder político y económico.


Un cambio de paradigma: Desde la caída del poder islámico hasta la era del coronavirus

Tras la derrota del Estado Islámico, todas las potencias enfrascadas en las guerras de oriente, salvo Rusia, fueron abandonando el interés por aquellas guerras interminables, de esa manera naciones antaño prósperas como Iraq, Siria, Libia y otras quedaron arrasadas, empobrecidas, sus principales recursos económicos, el petróleo y gas desmantelados, algunos como Libia se han convertido en estados fallidos. Lo más curioso es que el mundo casi no echó de menos aquellos recursos que producían esos países. Queda claro que el uso de combustibles fósiles va a la baja, la lucha ecológica en parte parece vencer, aunque solo es un espejismo, ahora las grandes multinacionales de la energía buscan una alternativa energética que siga llenando sus bolsillos. Rusia de alguna manera cree mantener una influencia importante en la zona de oriente, pero aquello realmente ya no parece ser interesante. Hay ahora otros intereses y preocupaciones en el mundo, como la ecología, el temido cambio climático, la libertad sexual, la igualdad de la mujer, todos ellos asuntos a los que a la autosuficiente Rusia les da la espalda. 



En medio de todo esto surgen personajes con un marcado interés económico, uno de ellos Xi Jimping en la China comunista, régimen que recordemos nació al amparo de la antigua URSS, después de la II guerra mundial, y que se ha ido convirtiendo, primero en una potencia nuclear y después en económica. Desde los primeros tiempos el sistema chino, impulsado por la antigua potencia sovietica, ha demostrado ser un régimen al que poco le importa su población con tal de dominar y controlar sistemáticamente todos los poderes del estado. Tanto fue así que el régimen dirigido por Mao Tse Tung, fue culpable de hambrunas y de la muerte de decenas de millones de subditos, también el encierro en campos de trabajo de todos aquellos a los que acusa de traidores, aunque curiosamente nadie ha tomado represalias contra aquel régimen que durante años ha continuado privando de libertad y de los derechos más elementales a millones de personas y aislando a su población del mundo para proteger su dictadura. En los últimos años esta nación ha iniciado una apertura económica con el fin de postularse de manera pacífica, pero egoísta, ene el centro del comercio mundial y en pocos años ha desbancado a la que fuera la potencia invasora allá por los años treinta Japón, y que fue causante de manera indirecta de crear este monstruo comunista. Japón ha sido desbancado ahora por China como segunda potencia económica. 



El método que China ha utilizado para crecer de manera constante ha sido infiltrarse de forma parasitaria en todos los países del mundo, enviando a sus ciudadanos a montar negocios en los que importan y venden productos chinos fabricados en China y vendidos por chinos, de tal manera que todo volviera a ellos, además, no importando a su régimen utilizar a sus ciudadanos como mano de obra casi esclava para atraer el interés de las multinacionales de la tecnología y convertir a China en la fábrica mundial, creando una dependencia casi absoluta de todos los estados occidentales a su fabricación y distribución, logrando casi desmantelar el tejido industrial de muchos pueblos. El interés de Xi Jimping no es invadir naciones y territorios sino comprarlos y lo está consiguiendo, mientras mantiene un férreo control sobre su inmensa población de más de 1300 millones de personas, con sofisticados sistemas informáticos y de videovigilancia inteligente. 


  En el año 2017 surge la figura de un nuevo presidente en EEUU, Donald Trump, un famoso magnate de los negocios, que accede a la presidencia de la principal potencia mundial con intereses puramente económicos. Este parece querer convertir a su nación en su empresa particular, no interesandole los conflictos en los que EEUU tenía destacamentos militares y retirándose de muchas zonas en conflicto. No contento con eso, rompe con todos los canones de anteriores presidentes, decide sacar a EEUU de muchas instituciones que antaño ellos mismos impulsaron, como OMC, OMS, y limitando su aporte económico a otras como la OTAN, la ONU y a otras instituciones a las que ve como una carga que no le favorece. A fin de mantener su hegemonía mundial que ve peligrar por el gigante asiático,  en el 2018, cien años después del fin de la primera guerra mundial, inicia una lucha de aranceles contra China, incluso contra Europa, que se convierte en la primera guerra económica mundial. 

China contraataca pues también de manera clara ambiciona una posición de poder, no por algo en los últimos años se ha convertido no solo en la fábrica mundial si no en un gigantesco banco que ha ido comprando deuda de otros países, haciéndolos dependientes de ella. La guerra económica continúa en 2019 y amenaza con provocar una nueva crisis mundial. Muchos líderes mundiales, sobre todo europeos se dan cuenta de la delicada situación a la que se exponen y se dan cuenta tarde de la dependencia tan radical que tienen frente a la nueva potencia mundial. Al igual que sucediera poco antes de la segunda guerra mundial surgen por doquier, grupos políticos radicales de izquierda y derecha que coinciden en oponerse a la globalización, unos por verla como colonialismo económico de EUU y otros por centrarse en nacionalismos aislacionistas. La realidad es que la globalización parecía favoreces a las potencias dominantes, EEUU y ahora a China. Esta última busca potenciar la llamada "Nueva ruta de la seda", adueñándose de millones de hectáreas de tierras de cultivo en África y Sudamerica, abriendo minas, puertos y lo que sea en países necesitados de créditos a los que China les ofrece ayudas, a cambio de abastecer a su antojo su ansia de materias primas. Por otro lado, EEUU dueño de los principales servicios tecnológicos, como Google, Amazón, Facebook y otros, amenaza a todos aquellos que quieran imponer cargas a sus empresas, con aranceles a las pocas cosas que Europa exporta.  



Bajo estas circunstancias surge en el 2020, una Pandemia, recordando a la que surgió cien años antes y que dejó al mundo sumido en el miedo y la muerte. Los recuerdos de la Gripe Española se ciernen de nuevo ahora sobre todo el planeta. Curiosamente el nombre dado a esta nueva pandemia "Covid-19" indica el año en el que realmente surgió, en el año 2019, más concrétamente a finales del verano de ese año, como todas las grandes guerras. Según parece sucedió en las llamadas olimpiadas militares que se dieron en Wuhan, pues muchos militares de diversos países que participaron en ellos acabaron contagiados de un extraño virus, empieza la era el Coronvirus. No es casualidad que la nueva Pandemia surgiera en donde surgió, en Wuhan, China, importante centro de comunicaciones y transporte con el mundo entero. Todo parece encajar en un macabro plan elaborado por oscuros intereses. Lo que sucedió en los meses posteriores han dejado entrever quienes salen más perjudicados, quienes saldrán perdiendo y quienes quedarán como ganadores. 

En poco tiempo Wuhan se convirtió en epicentro de un letal virus, y el régimen chino tomó medidas radicales, no importando aislar a 11 millones de personas, detuvo parte de su producción, cerró fronteras y en el camino murieron, según sus datos, solo unos pocos miles.  Por otro lado,  su economía, si bien se resintió nunca produjo pérdidas. Es más, cuando en otros continentes empezaron a sucederse casos y a confinar a toda su población, China ya tenía una inmensa producción de mascarillas, respiradores y testeadores PCR para venderlos por doquier, ningún otro país pudo competir con ellos en eso, era como si lo tuvieran todo preparado.  Muchos acusaron al régimen de mentir, de ocultar datos, pero lo cierto es que no se han presentado pruebas contundentes que los puedan señalar como culpables de diseñar un "Virus mortal" diseminándolo en el mundo entero. Tan solo lo sospecho que pueda ser, que pocos meses después, ellos presuman de estar libres del Covid19, celebrando fiestas, viajando y disfrutando libre y felizmente, mientras el mundo entero afronta una segunda ola más dura si cabe. 

El resultado de todo esto es que China saldrá fortalecida, Rusia, aunque debilitada siempre estará con ellos y seguirán coincidiendo con sus colegas chinos, incluso en la forma de establecer leyes para prolongar los años de gobierno como lo ha hecho Putin y Xi Jimping. Ambos ocultan y se pasan por alto derechos internacionales, juegan sucio con sus enemigos políticos, frenan las libertades civiles, religiosas, sexuales y de toda clase. Ambos además, presumen de tener preparadas vacunas eficaces y se postulan como los que van a sacar al mundo del atolladero. ¿A cambio de qué?  ¿Será el fin del sistema capitalista? ¿Caerá EEUU como potencia tras salir derrotada de la guerra comercial que ellos mismos iniciaron? ¿Acabará el mundo al servicio de China bajo un sistema donde el empobrecimiento de la población será lo común, ampliando el control y limitando las libertades que tanto éxito parece estar dándole? El tiempo lo dirá. Es posible que esa guerra continúe, todo dependerá de si EEUU continúa con Trump en el poder o del daño que esta pandemia (¿diseñada?) produzca a la primera potencia mundial. 

En definitiva, podemos decir que las consecuencias de la primera guerra mundial aún se sienten, lo mismo que la sombra de la II guerra mundial, pues muchas situaciones se repiten. Me atrevería a afirmar que los tiempos que vivimos tienen una peligrosa similitud con aquellos. Así, citando unas palabras de un libro escrito a finales de la década de los treinta del siglo pasado, unas palabras que nos hacen pensar en la situación que tenemos ahora a finales del 2020 y que exponían lo que en aquellos tenebrosos tiempos era el sentir de muchos: "Hoy en día todas las naciones se hallan presa del temor. En muchas naciones hay angustia y confusión internas. Esas condiciones se toman como pretexto por los factores gobernantes para una aplicación de impuestos sin precedentes y para gastar orgiasticamente fondos públicos. (...) y ya casi todas las libertades de la gente han desaparecido."  (Salvation -  J.F.R - 1939). 

(Continuará)

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