El inexorable paso del tiempo





Cuando se oscurezcan el sol y la luz y la luna y las estrellas, 
y hayan regresado las nubes, tras el aguacero; 
el día en que tiemblen los guardianes de la casa, 
y se hayan encorvado los hombres de energía vital, 
y las mujeres que muelen hayan dejado de trabajar 
por haber llegado a ser pocas, 
y las señoras que ven por las ventanas lo hayan hallado oscuro;  
y las puertas que dan a la calle hayan sido cerradas, 
cuando el sonido del molino se haga quedo, 
y uno se levante al sonido de un pájaro, 
y todas las hijas del canto suenen bajo.  
También se han llenado de temor meramente de lo que es alto, 
y hay terrores en el camino. 
Y el almendro lleva flores, 
y el saltamontes se arrastra, 
y la baya de la alcaparra se revienta, 
porque el hombre va andando a su casa de larga duración 
y los plañidores han marchado alrededor por la calle;  
antes que se remueva la cuerda de plata, 
y se quebrante el tazón de oro, 
y se quiebre el jarro junto al manantial, 
y haya sido quebrantada la rueda del agua para la cisterna.  
Entonces el polvo volverá a la tierra. 

Este documento poético realizado por un famoso escritor de la antigüedad, se redactó hace unos tres mil años, pero cuenta una realidad con la que por muchos avances en nuestra civilización todavía tenemos que seguir lidiando, el envejecimiento del cuerpo. Aquel sabio, gobernante a la vez de una nación emergente en su tiempo, llegó a plasmar, de una manera magistral en un lenguaje lleno de símbolos lo que significa llegar a esa tan temida vejez humana. 

De esa manera nos habla alegóricamente de cuando todo se convierta en un incierto, oscuro y tormentoso periodo de tiempo, lleno de males que vienen y van y vuelven, tal como lluvia tras la lluvia. Los dientes, esos guardianes de la casa que de repente tiemblan y se caén, y la muelas, las señoras que muelen sean pocas y ya no cumplan bien su propósito. Las señoras que ven por las ventanas, es decir, la vista que se va oscureciendo cuando los ojos fallan. El sentido del oído decae, ese molino que se hace quedo, pero al mismo tiempo, cualquier ruido de la noche nos mantenga en vela y nuestra voz pierda potencia, esas hijas del canto que suenan bajo.  El lento e inseguro caminar de los ancianos, que sienten temor, incluso a pequeños baches en el camino. El almendro en flor, nuestro cabello que se torna blanco. Los andares y carreras ahora son un arrastrar de los piés, por flaquerar rodillas y articulaciones. El camino a la casa de larga duración, es decir el rumbo que toma nuestra existencia a partir de cierto momento, percibimos que es al cementario, pues de repente lo que rodea a la persona es la muerte. Cuando que ve como sus amigos van cayendo, haciendo pensar a la persona cuando llegará su turno para ser plañido o llorado. 
 La cuerda de plata, la medula que viaja por nuestra columna vertebral, deja de regenerar y producir nuevas celulas. Al igual que el cerebro, ese tazón de oro, queda quebrantado, afectado por demencia seníl, alzheimer u otros males que afectan a la memoria y la velocidad de procesar los datos. Por último, el corazón, ese jarro junto al manatial se rompe y deja de latir y la rueda de agua para la cisterna, el sistema cardiovascular se detiene, entonces viene la muerte.

Una descripción literaria que nos lleva a pensar que nada ha cambiado, pues este proceso nos termina por alcanzar a todos. Quién hay que no se plantee su vejez, todos de alguna manera tememos llegar a envejecer, la lucha del hombre moderno por retrasar ese proceso ha llevado a la industria farmaceutica a invertir millones en investigación. Esto ha dado lugar a la salida al mercado de cientos de productos: Cremas, pastillas, tratamientos, medicinas que solo tienen como fin reducir los efectos visibles del paso del tiempo, en algunos casos la medicina también intenta potenciar o hacer que no se reduzca el vigor juvenil perdido, haciendo creer a las personas que si bien van envejeciendo, puedan llevar una vida más activa y sana.  Por otro lado la medicina práctica también intenta gracias a la cirugía que una persona de cincuenta años, aparente muchos menos años. 

Pero el paso del tiempo es un camino  inexorable, al que ninguno en la actulidad puede frenar, ni por supuesto esquivar.
Hace unos 45 años, el grupo The Beatles lanzaban un tema que se hizo muy popular en su día "When I´m sixtie four". Quién le iba a decir a Paul MaCartney y Ringo Star, los únicos sobrevivientes de aquel mítico grupo, que no solo llegarían a esa edad, sino la sobrepasarían, aún subidos, como es el caso de Paul, en los escenarios musicales de la actualidad. 
Pero no cabe duda que por muchos millones que estos cantantes de fama hayan almacenado, ni aun dando toda su fortuna lograrán volver a sus dorados años veinte, cuando las fuerzas sobraban para afrontar cualesquier proyecto y tomar los riesgos de una vida al límite.

 
Contaba también una canción de los años 80 del grupo Alphaville,  "Forever young," (joven para siempre), ese deseo que acompaña al humano de querer permanecer joven, ese esfuerzo de la sociedad por idealizar esa edad, como si fuera la mejor de toda nuestra vida, pese a ser en realidad el periodo más corto de nuestra existencia Recientemente alguien compuso un video con esta canción de fondo, pero con las imágenes de la pelicula "Tres metros sobre el cielo" Un guión que mostraba los excesos que se cometen en los años de juventud, cuando se piensa por un lado que el tiempo se acaba y hay que vivirlo a tope y sin frenos, y por otro, que siempre permaneceremos jovenes, sin pensar en el mañana.


Si bien la pelicula y este video no representa a toda la juventud, en realidad tan sola a parte de la juventud occidental, pues lamentablemente la gran mayoría de los jovenes en el mundo, no pueden llevar esa clase de vida por carecer de los minimos medios de subsistencia o sencillamente porque dedican todas sus fuerzas de juventud a trabajar de sol a sol para alimentar a sus familias. Pero es interesante ver la letra de esta magnifica canción en este clip.

Curiosamente quiero subrrayar que el autor del escrito que hemos citado en parte al inicio y hemos explicado al principio de este árticulo, nos exhortaba a acordarnos durante la juventud de lo más importante, y hacerlo antes que lleguen esos días calamitosos de la vejez, cuando ya no haya deleite en hacer las cosas. ¿A qué cosa importante hacía referencia el escritor de aquellas palabras? Valdría la pena investigar.

Por último tenemos un video que muestra en cinco minutos el paso de la niñez hasta la vejez. El video está tan extraordinariamente realizado que este paso lo vamos observando lentamente, a veces parece como sis estuviera detenido, pero no, así muestra el camino que todos estamos tomando. 



Recomiendo por otro lado la lectura del relato EL ELIXIR, una novela corta que muestra la obsesión de un hombre por el paso del tiempo que le lleva a recibir una lección. Incluído en el libro Relatos Trascen-Mentales. También se puede leer un fragmento o descagar una parte, aquí

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